
Cuatro personas han sido acusadas en relación con una ola de robo organizado en tiendas minoristas que tuvo como objetivo joyerías en todo el condado de San Diego y en otras partes del estado y resultó en una pérdida de aproximadamente $1.5 millones en mercancías, anunció el pasado viernes el Fiscal General de California, Rob Bonta.
Los fiscales han atribuido 21 incidentes de robo al grupo durante un período de un año que comenzó en abril de 2023 en tiendas como Kay Jewelers, Zales, Banter by Piercing Pagoda, Jenney y Marc Jacobs.
En la mayoría de los casos, un sospechoso entraba a una tienda haciéndose pasar por un cliente, aba a un empleado y pedía ver piezas de joyería específicas, dijo Bonta. Una vez que las joyas salían a la luz, otros sospechosos corrían y se apoderaban de la mercancía (y en algunos casos también rompían las vitrinas de vidrio para apoderarse de más joyas) antes de huir, dijo.
En al menos un caso, un quiosco del centro comercial fue asaltado con una palanca durante la noche después del horario comercial y robaron joyas, dijo.
Las tiendas en San Diego, Carlsbad, Escondido, El Cajon, National City y Chula Vista fueron atacadas, así como empresas en los condados de Orange, Riverside y Kern, dijo Bonta.
“Estos no fueron un par de casos aislados, no se trata de un hurto común y corriente en tiendas”, dijo Bonta en una conferencia de prensa en San Diego el viernes, flanqueado por de varias agencias policiales que colaboraron en la investigación. “Fue planeado, organizado y metódico”.
No se blandieron armas durante los crímenes, pero en un momento hubo una amenaza de presencia de un arma, dijo Bonta. Hubo algunos altercados cuando los empleados intentaron evitar los robos en algunos casos, pero no hubo heridos graves, dijo.
Los cuatro sospechosos, todos residentes del condado de San Diego, han sido acusados en el Tribunal Superior de San Diego de un total de 30 cargos de delitos graves, incluidos robo, hurto en mayor cuantía, conspiración y hurto minorista organizado. Fueron arrestados el martes y miércoles, según muestran los registros de la cárcel del condado. Se declararon inocentes en la lectura de cargos el viernes. Según la denuncia, un acusado tiene una huelga previa por una condena por robo en 2012 en el condado de San Diego.
El carácter organizado de la juerga comenzó a cristalizar durante una reunión regional de organismos encargados de hacer cumplir la ley, cuando los investigadores empezaron a hablar de robos individuales en sus ciudades con características similares.
“Comenzamos a conectar los puntos, a unir las piezas del rompecabezas”, dijo Bonta, “viendo el panorama más amplio de un grupo organizado con un modus operandi similar que opera en todo el condado de San Diego”.