El Centro de Apoyo Educativo, una organización sin fines de lucro con sede en Casa de Oro, declaró en su sitio web que ofrecía diversos servicios a la comunidad, incluyendo “apoyo para quienes deseen liberarse de la adicción a las drogas y/o al alcohol, y un programa que ayuda a los jóvenes a comprender los verdaderos efectos de las drogas”.
Sin embargo, las autoridades federales alegan que el centro de Spring Valley era una fachada para lo contrario: las actividades de narcotráfico de su director ejecutivo, Algernon Legrand Lundy, quien previamente había sido condenado por delitos relacionados con drogas y ahora enfrenta nuevos cargos por narcotráfico y lavado de dinero.
Las autoridades arrestaron a Lundy, de 52 años, en noviembre, bajo una acusación formal de dos cargos, acusándolo de posesión de metanfetamina y fentanilo con intención de distribuir. Este mes, fiscales de la Fiscalía Federal en San Diego presentaron una acusación formal sustitutiva contra Lundy y dos coacusados, acusándolo además de conspiración para distribuir fentanilo y lavado de dinero.
Lundy ha permanecido encarcelado desde su arresto en noviembre, y su abogado no respondió a las solicitudes de comentarios. Las otras dos personas nombradas en la acusación no se encontraban bajo custodia hasta el viernes, y no estaba claro si contaban con abogados que pudieran representarlas.
En una orden de registro presentada el mes pasado, un agente de policía de San Diego asignado a un grupo de trabajo local del FBI escribió que los agentes del orden habían vigilado en múltiples ocasiones el Centro de Apoyo Educativo, ubicado en un centro comercial en Campo Road y Barcelona Street, y no habían identificado ninguna actividad que correspondiera a un negocio legítimo.
“Además, se descubrió un presunto residuo de fentanilo dentro de las oficinas del ‘Centro de Apoyo Educativo’ de Lundy”, escribió el agente. “Con base en las observaciones y los objetos descubiertos durante la orden de registro, se cree que Lundy no utilizaba el Centro de Apoyo Educativo como un negocio legítimo, sino como un lugar para facilitar su negocio de drogas ilegales”.
La escasa documentación fiscal disponible en línea parecía indicar que el centro, registrado inicialmente como organización sin fines de lucro en 2017, no recaudaba fondos mediante donaciones, o al menos no lo reportaba.
El grupo de trabajo del FBI también allanó otros cinco lugares vinculados a Lundy, según la orden de registro del agente de policía y una presentación más reciente de la fiscalía. Un fiscal federal adjunto escribió que, en esos registros, los agentes incautaron casi 4 kilos de fentanilo, más de 22.000 dólares en efectivo y dos prensas hidráulicas utilizadas para envasar cantidades de kilogramos de fentanilo.
En un documento judicial presentado en diciembre, la fiscalía declaró que Lundy enfrenta sentencias más severas por sus nuevos cargos, debido a su condena previa por conspiración para distribuir base de cocaína, comúnmente conocida como crack. Lundy se declaró culpable de dicho cargo en 2003 y fue sentenciado inicialmente a 10 años de prisión. Posteriormente, su sentencia fue reducida a 20 meses.
Original Story
East County nonprofit allegedly used as a front for drug trafficking